
A la pregunta ¿tenemos la televisión que nos merecemos? después de la conferencia que dictó el profesor Alejandro Navas García, de la Universidad de Navarra, invitado por la Carrera, honestamente habría que responder de manera afirmativa, SI con mayúsculas.
El académico planteó que la propia comunidad de telespectadores, tanto en Europa como en nuestro continente, debería ser quien solicitara cambios para mejorarla, pero inexplicablemente no lo hace y menos se organiza para conseguirlos. Es más, su indiferencia permite el desarrollo de la telebasura. Mencionó, al pasar, una paradoja. Cuando una persona es consultada sobre qué contenidos quisiera ver a diario, sin dudarlo plantea arte, cultura, música. Luego menciona canales que se distinguen por eso, entre ellos Discovery, History , Film and Arts, entre otros. A la hora de enfrentar la pantalla hogareña, sintoniza contenidos que están lejos de lo que publicamente solicita. Olvida su discurso e incluso incorpora a sus hijos a la telebasura, al eximirlos de control parental, en la medida que los receptores se instalan en los dormitorios de los más pequeños y provocan diversos efectos, que van desde mal sueño y cansancio diario hasta la obesidad.
El académico señala que un adolescente durante su vida como tal pasa más horas frente a la pantalla que en un aula de clases. Con el añadido que se han incorporado los videojuegos e Internet. Los contenidos le son proporcionados en el rubro de televisión por canales públicos y privados, y el contenido mayoritariamente es el mismo, telebasura absolutamente prescindible. Navas señala que los canales privados no tienen posibilidad alguna de variar, es su negocio y con ello ganan mucho dinero. Expresa cierta esperanza en la mejoría de contenidos de parte de los canales públicos, por preocupación gubernamental. Mas señala que en España el gobierno de Rodríguez Zapatero, en 2004 se comprometió a una intervención urgente. Nada ha sucedido y se sospecha de una complicidad gobierno-canales, el primero para conseguir un buen trato y los segundos para continuar su negocio sin inconvenientes. En suma, un cuento de nunca acabar.
Navas confía en que la televisión digital pudiera aminorar el problema, por la diversidad de contenidos y la gran segmentación que se cree traerá consigo. En España se produce el apagón analógico y está ad portas la tv digital. En Chile restan algunos años para ello, mientras continuaremos con nuestra cuota diaria de telebasura. Bueno, quienes disfrutan de ella. Los canales enfatizarán la copia o imitación de formatos extranjeros, el reality continuará su reinado, igual la farándula y las empresas cancelarán multas por transmitir contenidos inconvenientes, pero cuyas sumas conviene pagar porque los ingresos por concepto de difundir telebasura son con creces mucho más altos.