Comunidad de Periodismo UdeC lamenta el fallecimiento de su ex alumna Beatriz Díaz

Perteneciente a la Generación 2009, la profesional se encontraba radicada en Estados Unidos.

La carrera de Periodismo UdeC, a través de sus docentes, personal administrativo, estudiantes y profesionales titulados, lamenta profundamente el fallecimiento de su ex alumna Beatriz Díaz Rodríguez y envía sus más sinceras condolencias y cariño a su familia y amistades.

En este momento de dolor, recordamos a Beatriz y su paso por nuestra carrera en las palabras de su amiga y compañera de la Generación 2009, Victoria Valdivielso Cerda.

Llegó una o dos semanas después del inicio de clases en marzo de 2009. Su retraso se debió a que aún estaba en trámites de congelar psicología en la Universidad del Biobío y porque quería evitar el mechoneo, que por esos años todavía involucraba pescado, harina, pies descalzos y horas caminando por Conce intentando juntar dinero. Lo logró.

“Soy su compañera”, fueron sus palabras al ver a un grupo de mujeres que caminaban desde la Facultad de Sociales hasta “El Plato”. Eran Consuelo, Constanza, Andrea y Natalia. Con esas tres palabras concisas, en tono suave y con su usual timidez, comenzó el camino para convertirse en periodista. Y más importante aún, ese día comenzó a escribirse una hermosa historia de amistad, donde luego se unieron Tomás, Tito, Verónica, Nicolás, Diego, Patricio, yo, y más.

No le gustaban las cámaras. De hecho, sufrió mucho en los prácticos de televisión y tuvo que esforzarse en ramos de investigación. Pero donde sí encontró su pasión fue en comunicación estratégica y digital. Su buen gusto, creatividad y habilidades en diseño fueron herramientas con las que destacó en sus años trabajando, tanto en Essbio como en CDC Dental.

En 2014 recibimos el título y terminó así ese capítulo en el que muchos tuvieron la suerte de compartir con la Bea. Sabíamos que era muy querida y tenía muchos amigos, pero no deja de impresionar la avalancha de cariño y recuerdos que su partida nos permite ver con mayor claridad. Quizás piensen que viene de cerca la recomendación, pero sin duda y con total convicción, sé que en nuestra amiga caben muchos adjetivos maravillosos; siempre gentil, tierna, sencilla, gozadora, divertida, cariñosa y aventurera. Y fue justamente esto último, ese espíritu anhelante de libertad, el que la llevó lejos del país a vivir unos últimos años maravillosos, rodeada de naturaleza, nuevas amistades, paz y, por sobre todo, alegría.

Por Victoria Valdivielso Cerda